ESCOCIA


Highlands Las Tierras Altas de Escocia

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Estaba ya en el mes de Febrero y aun no lograba decidirme a que parte del continente europeo podría ir para disfrutar de unos días de vacaciones, tenía la necesidad de escapar por algunos días de la ciudad y deseaba encontrar un lugar que abarcara todo;

- Naturaleza,

- Belleza,

- Historia,

- Gente interesante,

Por varios días estuve barajando mis posibilidades y decidí finalmente y no después de muchos quebraderos de cabeza irme a ESCOCIA.

ESCOCIA es un país con muchísima historia y fue una tierra muy codiciada por lo que tiene capítulos más bien turbulentos, fue centro de muchas batallas y de allí que hay muchos héroes de batallas y existan por todo su territorio verdaderas bellezas de castillos, y muchos restos de lo que fueron sus fortalezas y antiguas iglesias.

El Reino de Escocia fue un estado independiente hasta 1707, fecha en la que se firmó el Acta de Unión con Inglaterra, para crear el Reino de Gran Bretaña. La unión no supuso alteración del sistema legal propio de Escocia, que desde entonces ha sido distinto del de Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte, por lo que es considerada en el derecho internacional como una entidad jurídica distinta. La pervivencia de unas leyes propias, y de un sistema educativo y religioso diferenciado forman parte de la cultura escocesa y de su desarrollo a lo largo de los siglos.

Su territorio predominantemente verde debido a la gran cantidad de lluvia durante la mayor parte del año, por suerte nosotros tuvimos la fortuna que durante los 12 días que duró mi visita nos hiciera un tiempo fenomenal.

Inicialmente planifiqué mi viaje para hacerlo solo, y conforme me iba informando más y más de los lugares que quería visitar me di cuenta que sería casi imposible hacerlo si no era en coche, tendría que alquilar uno para poder movilizarme de punto a punto ya que Escocia no tiene un buen sistema de transporte entre ciudad y ciudad, lo que vendría más tarde a darme cuenta que tampoco posee una red de carreteras en buen estado, bueno he de decir, en muchos lugares no existen carreteras.

Unos días antes de mi partida lo comenté con unos amigos quienes sin dudarlo se unieron al proyecto de viaje, y 72 horas antes de mi partida ya éramos 5, el número perfecto para hacer un viaje bien acompañado y económico, lo cual fue una gran alegría.  Claro me asaltaban mis dudas porque siempre que realizas un viaje intenso y mayor de 3 días no es lo mismo hacerlo en solitario que con otras personas que puedan tener diferentes motivos de viaje, distintos gustos de que ver y que visitar, pero tuve la suerte de contar con la compañía de lo que serían los compañeros de viaje perfectos, es decir;

- Natalia,
- Albert,
- José Antonio, 
- Emmanuel, y
- yo

Decidimos que nuestro punto de encuentro sería Edimburgo ya que todos veníamos de lugares diferentes, Emmanuel y Albert venían de Livepool, José Antonio y Natalia de Londres. Yo había llegado la noche anterior desde Madrid, así que me dio tiempo a darme una idea de la ciudad que me llegó a enamorar.


No tardé en darme cuenta desde el inicio que la gente es muy amable, solícita y sonriente, virtudes que a veces es muy difícil encontrar en grandes ciudades. La ciudad me recibió con lluvia, era una tarde bastante gris y por fortuna al último minuto decidí tomar una chaqueta conmigo fue lo que me salvó de morir los días posteriores de hipotermia porque existe una diferencia muy grande de temperatura con Madrid, y no solo la temperatura es lo que cambia entre España y Escocia.

Desde el primer minuto en el que entre en la ciudad en autobús que me transportaba del aeropuerto me enamoró esta ciudad de estilo neo-clásico, y es comparada como una de las ciudades más bellas de Europa y la más bella de todo el Reino Unido. Escogí quedarme en un hostal ubicado en una de las principales y más atractivas calles de Edimburgo llamada "Royal Mile" (trad. la Milla de Oro) donde sus inmensos edificios, todos de color marrón me impactaron aquella lluviosa tarde. Esta es la calle más famosa de Edimburgo. Como curiosidad, su longitud, 1.814 metros, da origen a una medida un tanto desconocida, la milla escocesa. A lo largo de toda la calle encontraréis decenas de callejones y patios y comunica el Castillo de la ciudad con el Palacio Real; Holyroodhouse, residencia oficial de la reina Isabel II en Escocia donde pasa todos los años durante el verano. Merece la pena acceder a algunos de ellos para deleitarse del gusto medieval de la ciudad.

Me dediqué a recorrer un poco la ciudad, sin desear verla todo en un momento porque le dedicaría 3 días completos al final de mi viaje por Escocia. Ciertamente no hubo un solo rincón sin que me enamorara más y más esta ciudad. Tendré que hacer un nuevo capítulo solo para Edimburgo porque realmente vale la pena tener un apartado para esta ciudad tan especial Así que por el momento yo me cubro de la lluvia y me voy a descansar, que ha sido un día ajetreado pero productivo y estoy contento con ello.

Me iré a descansar para esperar al resto del grupo porque al día siguiente inicia nuestra travesía por este maravilloso punto geográfico de nuestro planeta tierra.

Aunque todo los planes originales conllevan cambios, nuestra intención sería visitar los siguientes puntos de la geografía escocesa que iremos desarrollando poco a poco

-     Edimburgo

-      Perth

-      Dundee

-      Aberdeen

-      Inverness

-      Fort Augustus

-      Portree (Isla Skye)

-      Duntulm (Isla Skye)

-      Fort Wiliam

-      Glasgow

-      Stirling

-      Edimburgo

Fue realmente un plan ambicioso pero logramos cumplirlo y descubrimos una tierra llena de maravillosos paisajes y castillos increíbles

Nos seguiremos viendo, asi que os invito que nos sigas en la aventura

 




















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