Existe un
dicho popular que dice; “Segovia la bella, pasea por su arte aunque llueva”
Creo que es el dicho más exacto que define la belleza de esta ciudad.
Creo que es el dicho más exacto que define la belleza de esta ciudad.
Segovia; es
una ciudad de la Comunidad Española de Castilla y León que siempre me ha
apasionado, está de más decir que la historia me apasiona y Segovia tiene mucha historia como pocas, ya que tuvo un papel importantísimo a lo largo del siglo XV porque fue durante un tiempo residencia de la que fuera la grande y poderosa reina
Isabel la Católica. Pero os invito que
entre todos hagamos el recorrido por sus calles y rincones.
Esta ciudad
está ubicada en un enclave privilegiado de la Sierra de Guadarrama y se ubica entre las
confluencia de los ríos Eresma y Clamores.
Un poco de historia
Cuenta la
leyenda que el Hércules egipcio, fundó Segovia en el año 1076 antes de Cristo.
Lo que sí sabemos es cierto es que un poblado celta habitó aquí y que
después fue conquistado por Roma. Fue entonces bajo esta dominación que
construyeron el Acueducto, y numerosas calzadas, de las que hoy tan sólo se conservan una pequeña muestra.
La
sorprendente y rápida conquista de la España visigoda por los musulmanes en la
segunda década del siglo VIII es, probablemente el hecho más trascendente de
su historia y se observa en la influencia poderosamente en la conformación del territorio
segoviano. Las guerras civiles entre bereberes y árabes de mediados del siglo
VIII fue lo que impulsó a aquellos a abandonar el centro y norte de la península posteriormente, las expediciones del rey asturiano Alfonso I, termina en la agrupación de la población
de la cuenca del Duero tras la cordillera asturiana, dejando la población muy mermada y sin articulación social el territorio.
Durante el siglo
XI se cree que la ciudad fue abandonada tras la crisis musulmana iniciada con
la disolución del califato cordobés y culmina con la conquista de Toledo por
Alfonso VI de León y su yerno; el conde Raimundo de Borgoña, que junto con el
primer obispo de su reconstituida diócesis, empezaron con la repoblación de
Segovia, en 1084 con cristianos procedentes del norte de la península y de más
allá de los Pirineos, dotándola de un amplio concejo cuyas tierras cruzaban la
sierra de Guadarrama e incluso la línea del Río Tajo. Fue precisamente su
situación geográfica en las rutas de la trashumancia que la convirtió en un
importante centro del comercio de la lana y de las manufacturas textiles.
No fue sino
hasta a finales de la Edad Media que alcanza una época de esplendor, en la que
acoge una importante aljama hebrea (asentamiento judío), sienta las bases de
una poderosa industria pañera; desarrolla una espléndida arquitectura gótica y
es corte de los reyes de la Casa de Trastámara (ya Alfonso X el Sabio había
acondicionado el alcázar como residencia real). Finalmente, en la iglesia de
San Miguel de Segovia, Isabel la Católica es proclamada reina de Castilla el 13
de diciembre de 1474.
A lo largo
del siglo XVI ocurrieron varios acontecimientos importantes:
- los
Reyes Católicos ordenan reparar los arcos del Acueducto que se habían destruido
durante la invasión musulmana.
- El 17
de octubre de 1505, Fernando el Católico, viudo, se casa en Segovia con Germana
de Foix.
- El 8 de junio de 1525 se pone la primera
piedra de la nueva Catedral.
- El 12
de noviembre de 1570 se casa en Segovia Felipe II con su cuarta esposa Ana de
Austria.
- El 19
de marzo de 1574, Santa Teresa de Jesús, acompañada de San Juan de la Cruz
funda en Segovia el convento de las Carmelitas Descalzas.
- Felipe II manda construir la Casa de la
Moneda junto al río Eresma.
- La peste de 1598 da un duro golpe a la
ciudad y comienza la decadencia.
Como podéis
ver esta ciudad tan pequeña, contiene increíbles anécdotas y hechos históricos,
lo que hace de Segovia el lugar perfecto para dar un paseo y durante el cual
encontraremos estrechas calles, iglesias medievales, recovecos increíbles y
bares para tapeo.
Cuando
viajo a Segovia normalmente, lo hago en autobús (La Sepulvedana) que desde Madrid
sale de la Estación de Moncloa, viaje que me da la oportunidad de disfrutar durante los 55 minutos que dura el viaje de los paisajes.
A los pocos
metros de la estación, sobre la Avenida del Acueducto nos encontraremos a la
primera Iglesia que sin duda llamará tu atención; La Iglesia de San Millán es el templo más monumental de la ciudad
de Segovia. Se encuentra situada en el arrabal mayor, fuera del recinto
medieval, en una amplia plaza donde antes se asentaban moriscos y tejedores.
Fue centro de la antigua morería y el sitio más bello de la ciudad, se mantuvo
muy bien conservado hasta principios de siglo, que se modificó sin respeto
urbano, afortunadamente la Iglesia sobrevivió siendo uno de los mejores templos
de la ciudad y del románico en general, declarado Monumento Nacional en Junio
de 1931
Continuamos
caminando sobre la Avenida del Acueducto y a su paso vemos comercios y bares
donde te puedes detener para tomar un desayuno si has salido temprano desde Madrid o cualquier otro punto y, pocos metros más adelante nos llevará directamente a la Plaza del Azoguejo, que fue de antaño la plaza del mercado donde se reunían
los labradores, ganaderos y tratantes de la ciudad además, encontraremos una
moderna oficina de Turismo donde podemos obtener un mapa para ir descubriendo
la ciudad.
En esta
plaza se encuentra ubicada la parte donde el Acueducto de Segovia tiene mayor altura y es el punto neurálgico, donde se concentran todos los turistas para poder obtener la mejor vista y
poder también tomar la mejor fotografía del viaje. La ciudad vieja y el
acueducto de Segovia fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco
en 1985. El acueducto, de 818 metros de largo, es considerado la obra de
ingeniería civil romana más importante de España, y es uno de los monumentos
más significativos y mejor conservados de los que dejaron los romanos en la
península ibérica. El acueducto, fue construido para hacer llegar el agua desde
la Sierra de Guadarrama y cuenta con 167 arcos. Con sus casi 30 metros de
altura, fue una herramienta imprescindible para transportar el agua a lo largo
de 16.222 metros aprovechando los desniveles del terreno y abastecer a los
habitantes del preciado líquido.
Nos
perderemos entre callejuelas y plazas porque, para disfrutar de esta ciudad es
imprescindible caminar entre sus calles con dirección final del Alcázar de
Segovia. Pero para llevar un orden podemos coger la Calle Cervantes que desde la oficina de turismo se va elevando con
vibrantes comercios, bares y restaurantes, también cuenta con una buena
variedad de hostales y hoteles para aquellos que quieren pernoctar aquí.
Después de caminar a lo largo de una cuesta donde pasaremos por la Casa de los Picos; que no es más que un
edificio de fachada muy peculiar que en el siglo XV, el Regidor D. Juan de la Hoz,
labra esta típica casa segoviana "haciendo construir esta fachada en la
cual desde el zócalo hasta la cornisa, salvo los huecos, no entran sino
sillares tallados en punta de diamante; así pues este ornamento no aparece
sembrado aquí y allí por la fachada como en la de las Conchas salmantinas, sino
que la cubre toda, dándole un carácter de rudeza y hosquedad medieval. Esta
casa fue rehabilitada y adaptada para convertirla en una Escuela de Artes en
1977.
Si
continuamos caminando llegaremos a la hermosa Plaza de Medina de Campo. Es un enclave urbano articulado por una
escalinata construida a mediados del siglo XIX y se puede decir que es el
corazón del antiguo barrio aristocrático, esta plaza resume la historia de
Segovia. Se observan numerosos palacios de estilo renacentista y monumentos que
la ocupan:
- La
casa del siglo XV con una torre alta,
- la
torre de la casa de los Lozoya y la fachada plateresca de la casa Solier.
- La
iglesia de San Martín; esta bella iglesia fue erigida en el siglo XII, ya
existía en 1117 pues en el testamento de Domingo Petit aparece mencionada.
Es un templo de origen mozárabe con estilo románico.
Continuamos
nuestro camino por la misma calle en la que veníamos desde el acueducto pero ya
ha cambiado de nombre aquí por el de Juan Bravo hasta llegar a una bifurcación
que nos llevara si tomamos la Calle Isabel la Católica a la Plaza Mayor o
si continuamos por la Calle Juan Bravo nos conducirá directamente al Barrio
Judío de Segovia o conocido como la Judería
Hemos decidido ir a la bella Plaza Mayor
que es el corazón de la ciudad, y tal como la conocemos en la actualidad, es
fruto de la política urbanística del siglo XVII, denominada como Mayor desde
1461. En el primer cuarto de siglo del XVI se levantó el edificio del
Ayuntamiento y paulatinamente las casas que lo flanquearon hasta completar por
el norte el gran coso segoviano. Uno de los edificios más emblemáticos de la
Plaza Mayor data de 1917, el teatro Juan Bravo.
A fines del siglo XIX, la plaza se llenó de cafés, comercios, fondas,
casas de comidas y hoteles, para acoger a los visitantes que llegaban a la
ciudad por ferrocarril. En el centro de la plaza encontramos el kiosco de la
música
Frente a la
plaza mayor encontramos la impresionante Catedral
de Nuestra Señora de la Asunción y de San Frutos de Segovia, conocida como
la Dama de las Catedrales por sus dimensiones y su elegancia, es una catedral
construida entre los siglos XVI y XVIII, de estilo gótico con algunos rasgos
renacentistas. La catedral de Segovia es una de las catedrales góticas más
tardías de España y de Europa, erigida en pleno siglo XVI (1525-1577), cuando
en la mayor parte de Europa se difundía la arquitectura renacentista.
Cuenta la
historia que después de destruida la antigua Catedral de Santa María de Segovia
en 15211 durante la Guerra de las Comunidades, por su cercanía al Alcázar, fue
trasladada a este lugar. Comenzó su construcción en 1525 y fue financiada enteramente
por el pueblo segoviano mediante aportaciones de los gremios y sisas del
ayuntamiento. Los vitrales de la catedral son uno de los conjuntos más importantes
del patrimonio vidriero español. El conjunto se compone de 65 piezas que se
distribuyen en el tiempo en tres fases diferentes.
Después de
la visita de la Plaza Mayor y de la Catedral decidimos ir a visitar a la Judería o antiguo barrio Judío de
Segovia. Fue un barrio de la ciudad habitado por la comunidad hebrea al menos
desde el siglo XII y hasta su expulsión mediante el “Edicto de Granada”
promulgado por los Reyes Católicos en 1492. Constituyó en su momento una de las
comunidades más ricas y pobladas de toda Castilla. Tras las revueltas judías
habidas en Burgos en 1391, parte de su comunidad se estableció en Segovia,
alrededor de la Sinagoga de Burgos, a la que dio nombre. Dentro de los
acontecimientos más importantes habidos entre su comunidad destaca la acusación
de intentar profanar la forma sagrada en el interior de la Sinagoga Mayor en el
año 1410, por lo que éste, su principal templo de culto, es incautado y entregado
a la Iglesia católica.
En 1412 la
reina Catalina de Lancáster, mujer de Enrique III de Castilla emitió una
pragmática por la que ordenaba a los judíos de la ciudad a recogerse en las
manzanas ubicadas tras el convento de la Merced, y en 1481 los Reyes Católicos
decretaron que la comunidad fuese encerrada en su barrio, mediante la
construcción de siete puertas con arcos de ladrillos. Es un paseo con calles muy angostas y hay que
dar rienda suelta a la imaginación para ubicarse en esos años de esplendor
donde esta comunidad gozaba de prestigio y buena posición económica de la
ciudad.
Continuamos
hasta llegar finalmente al Alcázar de
Segovia, es un lugar que siempre voy a visitar cuando estoy en la ciudad
porque, es uno de los monumentos más destacados de Segovia.
El Alcázar se
alza sobre lo alto de un cerro en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores
y fue construido originalmente como fortificación, documentada desde el siglo
XII aunque probablemente muy anterior, pero ha servido como un palacio real,
una prisión estatal, un centro de artillería y una academia militar desde
entonces. Actualmente se utiliza como museo y posee una exhibición de archivos
militares.
Los restos
más antiguos hallados en el lugar son unos sillares de granito similares a los
del acueducto romano, lo que hace suponer que en tiempos de la dominación
romana de la ciudad ya hubo de haber una fortificación. Sobre los restos de
éste, el alcázar fue erigido como fortaleza hispano-árabe.
El edificio
data del año 1122, poco después de que Alfonso VI de León reconquistase la
ciudad, aunque no es hasta 1155 cuando aparece citado con la denominación de
alcázar, en una carta custodiada en el archivo de la catedral. Fue residencia
del rey Alfonso VIII. En 1258, reinando Alfonso X, se hundió el palacio cuando
el rey se encontraba en su interior. Este núcleo más antiguo corresponde con la
sala de armas. Fue numerosas veces restaurado y ampliado, posiblemente desde
Alfonso X hasta Felipe II. A este último se debe su aspecto actual, su
"silueta" lo hace único entre los castillos españoles.
En la Edad
Media, por su seguridad como por la proximidad de zonas de caza, el Alcázar se
convirtió en una de las residencias favoritas de los Reyes de Castilla, en
especial de Alfonso X. Fue habitado muchas veces y llegó a ser uno de los más
suntuosos palacios-castillos en el siglo XV, siendo testigo mudo de
acontecimientos claves de la Historia de España como la proclamación de Isabel
la Católica (13 de diciembre de 1474) o la misa de velaciones entre Felipe II y
Ana de Austria (14 de noviembre de 1570) en su capilla.
La
fortaleza sirvió posteriormente como prisión de Estado hasta que en 1762 Carlos
III fundó en Segovia el Real Colegio de Artillería que tuvo su sede en el
alcázar. En 1862, un incendio destruyó las suntuosas techumbres de las salas
nobles, que pudieron ser reconstruidas fielmente con posterioridad, gracias a
la existencia de grabados realizados por José María Avrial y Flores en 1839.
En 1931 fue
declarado monumento histórico artístico. En 1953 se creó el patronato del
alcázar que es el responsable del museo que se puede visitar en su interior. En otras
ocasiones he entrado al museo del Alcázar que cuenta con una colección muy
completa de la armería utilizada desde la edad Media hasta finales del siglo
XVI.
Al dejar el
Alcázar detrás decidimos dar uno de mis paseos favoritos que nos permite
caminar alrededor del alcázar y que nos da otra perspectiva de la imponencia de
este edificio desde la parte de abajo y también vemos el acantilado en el que
fue construida. Poco a poco la Muralla
de Segovia se muestra tal y como es. Primero fue la senda que permite recorrer
sin interrupción el monumento a lo largo del paseo de San Juan de la Cruz
(Puerta de Santiago) con la escalinata de la Cueva de la Zorra; esta
cueva fue una cantería de piedras de molino, la cueva se encuentra hoy cerrada
al público por su valor ornitológico y por acoger una colonia de murciélagos.
El conjunto es un paso turístico y vecinal que conecta el barrio extramuros de
San Marcos con los aledaños del Alcázar.
Después de
descender caminamos un trecho al lado del Río
Eresma el cual es un paseo extramuros no es refrescante al escuchar el
ruido del agua y con frondoso bosque que nos deja vistas del Alcázar
impresionantes. Discurre este agradable paseo en plena naturaleza y sin embargo
son grandes desconocidos por encontrarse fuera del recinto amurallado. Luego de
un trecho llegamos hasta la pradera de San Marcos donde cruzamos un puente que
nos lleva a tomar la Calle de la Cuesta de los Hoyos que, es un camino auxiliar
que nos lleva a darle una vuelta completa a la ciudad amurallada de Segovia la
cual nos conduce a otras entradas a la ciudad o bien nos lleva directamente la
ciudad nueva donde se encuentra el Monumento de Cándido Mesonero que se hizo
famoso por regentar su propio mesón y cocinar el famoso plato segoviano del
Cochinillo Asado. Alli a pocos metros
esta nuevamente la estación de Autobuses que nos llevará de vuelta de nuevo a
Madrid.
Comentarios